DivaRabiosa

domingo, 1 de abril de 2012

Audrey Hepburn y William Holden: Amor y desamor made in Hollywood


Audrey Hepburn y William Holden protagonizaron en el año 1964 ‘Encuentro en París’. En ella, Holden interpreta a un guionista, alcohólico y mujeriego, y Audrey es la asistente que deberá mecanografiar un guión que no existe y que el escritor crea sobre la marcha a lo largo de la película. El argumento es sencillo y su desarrollo aún más pero todo está envuelto por ese halo mágico que rodea las viejas películas americanas. Se conocen, se miran a los ojos como sólo aquellos actores sabían hacerlo, salta la chispa y se enamoran. Y el final es ese, casi místico, “Kiss, fade out and The End” que a todas las mujeres, o prácticamente todas, nos hace soñar.

La magia del cine reside en que, en no pocas ocasiones, traspasa la pantalla. También en el caso de los actores. Aquel mágico beso final era mucho más que un beso. Era una auténtica historia de amor de esas que sólo suceden en Hollywood. 

Los dos actores habían trabajado juntos por primera vez diez años antes, en 1954, cuando rodaron ‘Sabrina’, acompañados por Humphrey Bogart y dirigidos por Billy Wilder. Aquella fue la primera vez. Cuando saltó la chispa, pero de verdad. Durante el rodaje se enamoraron, sin importar que Audrey por aquel entonces tenía pareja, el también actor Mel Ferrer

Holden era once años mayor que Audrey quien, en ese momento y con 25 años, vio en él al padre de sus hijos. Aquella historia de amor terminó precisamente por eso, por la descendencia. Por un pequeño detalle, o no tan pequeño, según se mire… Él no podía tener hijos porque años atrás se había hecho la vasectomía y si había algo que Audrey tenía claro en su vida era que quería ser madre.

Así que Audrey se casó con Ferrer aquel mismo año, tuvieron un hijo y después de 14 años de matrimonio, con altos y bajos, finalmente se separaron.

Pero William Holden nunca dejó de amar a Audrey. Cuentan quienes estuvieron allí que el rodaje de ‘Encuentro en París’ fue un verdadero infierno, aunque cuesta imaginarlo viendo el resultado. Él, embriagado por su amor hacia Audrey y por el alcohol – pues era alcohólico no sólo en el papel que interpretaba sino también en la vida real –, intentó desesperadamente volver a conquistarla. No fue así. Ella en esos momentos luchaba por salvar un matrimonio que acabó tan sólo cuatro años después.

Esa es la historia real. Pero el cine, o al menos ese cine, no es real y las estrellas de entonces no eran como los actores de ahora. Sus vidas formaban parte de las películas, de esa magia que antes mencionaba, y parecía que vivieran eternamente en aquellos personajes que interpretaban.

Por eso, cuando después de aquel beso llega el momento del fundido en negro, nuestra imaginación puede volar. Y, por qué no, soñar que William y Audrey se quisieron para siempre. Que en lugar de aquel ‘The End’, después hubo un ‘Continuará’… 


Nota: Si te gusta Audrey, no te pierdas el documental 'Audrey Hepburn: La magia de Audrey'. #Recomendado

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